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COLLU-ZARPAN

 

Es una estructura situada al sur del cerro Ventarrón muy cerca de la ribera del río Reque, dista 1 km. de la huaca Ventarrón. Fue probablemente un centro administrativo, con funciones de almacenaje durante la época Inca hasta el último periodo pre colonial. Presenta altas paredes de más de 3 metros construidas con la técnica de tapial, un sistema de encofrado de gruesos paredones con segmentos horizontales. Las paredes delimitan un espacio rectangular de 107 metros de largo de norte a sur, por 63 metros de este a oeste, con tres divisiones internas proporcionales a manera de canchas que a la vez presentan subdivisiones menores.

 

 

 

 

Ubicado al norte del cerro Ventarrón, este reservorio es un ojo de agua adaptado para la provisión de agua potable para la ciudad de Chiclayo, constituyendo un área equivalente al 40% de la superficie de una antigua laguna, probablemente arcaica, que en el pasado no muy lejano sirvió de reservorio de riego para los extensos campos de caña de azúcar de la ex Hacienda Pomalca, habiendo abarcado toda la ladera este del Cerro Ventarrón. Actualmente está conformada por dos lagunas contiguas de "tratamiento de agua cruda" que suman 300 hectáreas y brindan un paisaje agradable al lugar y sirven de hábitat para diversas especies.

 

 

 

 

Denominamos Arenal a la amplia ladera oeste del cerro Ventarrón, que se extiende 800 metros de norte a sur por 250 de este a oeste. El área aparece totalmente cubierta por una gruesa capa de arena eólica. Mediante amplias excavaciones prospectivas, documentamos porciones de una gigantesca obra arquitectónica que como tal pasaba inadvertida. Fue nuestro intento de determinar el contexto de los restos de cerámica del Formativo diseminada en la superficie, entre centenares de pozos de saqueo, lo que llevó a descubrir la arquitectura monumental sepultada por el denso depósito eólico. Bajo la gruesa capa de arena se definió un sistema de terrazas escalonadas de enormes proporciones, a modo de paramentos masivos de contención de relleno. El conjunto presenta una secuencia arquitectónica con dos o más fases del Arcaico o Pre cerámico tardío. La última fase quedó expuesta a la intemperie luego del abandono, sin adiciones posteriores, salvo el uso funerario durante el Formativo. La ocupación tardía, probablemente de un corto periodo Lambayeque-Chimú-Inca, construyó estructuras menores en la periferia de la ensenada, evitando la superposición. Tenemos expectativas respecto al gran volumen de ocupación pre cerámica sepultada en "El Arenal". En adelante, la investigación progresiva del yacimiento permitirá comprender la trascendencia y complejidad de este proceso cultural, cuya existencia y características tocan temas esenciales de los orígenes de las sociedades complejas y formas tempranas de estado.

 

 

 

La obra más impresionante y conservada, es un complejo sistema murallas de piedra canteada de hasta 7 metros de altura, que circundan una ciudadela de piedra en la cima del cerro, con una serie de recintos aglomerados. Las quebradas controladas por parapetos dirigen el acceso por una hondonada con murallas paralelas de piedra rematadas en paredes de adobe escalonadas. El sitio fue fotografiado a inicios del siglo XX por el sabio Heinrich Brüning. Este tipo de fortificaciones proliferaron en época de los reinos combatientes (Chimú-lnca: 1100-1500 d.C); situándose estratégicamente en las colinas que controlan las redes viales y de riego en Lambayeque y los valles vecinos.

 

 

 

Hacia el primer milenio de nuestra era, los Lambayeque, o tal vez culturas más antiguas iniciaron la construcción de gigantescas terrazas habitacionales nivelando el flanco sur del cerro Ventarrón; se usaron toneladas de material para cubrir quebradas; la arquitectura tiene varias remodelaciones y ampliaciones aún no investigadas. En la parte baja del cerro los recintos de tapial con plazas, depósitos, y cementerios datarían de la época Chimú e Inca, hace 700 años.

La Huaca Collud consiste en una extensa plataforma de aproximadamente 500 por 300 metros, y unos 12 de altura, donde destacan tres grandes estructuras piramidales de filiación cultural Lambayeque (900 -1100 d.C), construidas sobre una ocupación previa del período Formativo (1200 a.C. - 100 d.C.)- Actualmente, el yacimiento está ocupado en sus tres cuartas partes por el Centro Poblado Collud, cuyas viviendas se distribuyen sobre las superficies planas del complejo. A sólo 200 metros al este, se encuentra otra gran plataforma conocida como Huaca "Zarpan", una amplia elevación alargada de unos 550 por 250 metros y 8 de altura en promedio. El sector noreste corresponde a una alta plataforma cuyos restos de ocupación cubren gran parte de las antiguas construcciones y cementerios del Formativo que hace algunas décadas fueron afectadas por un intenso saqueo. Estas "Huacas" revelan la existencia de arquitectura monumental con diversos templos de adobe cilíndrico y piedra, así como restos de ocupación temprana en una magnitud hasta el momento desconocida que marcan la continuidad cultural posterior a Ventarrón, es decir la etapa de consolidación y desarrollo de la alta civilización en el valle, con influencia de las culturas llamadas "Cupisnique" y "Chavín".

 

 

 

 

 

 

 

 

 

HUACA VENTARRON

El conjunto investigado bajo esta denominación correspondería a un santuario religioso erigido en la falda oeste del cerro. Conformado por un complejo juego de plataformas, recintos y accesos diversos, edificados en tres fases arquitectónicas superpuestas y remodelaciones varias.

La fase más antigua, "El Templo de los Peces", construida sobre el afloramiento rocoso, marcó el principio de su carácter sagrado, así como la orientación y distribución del diseño arquitectónico. Desde aquí debieron dirigirse las primeras obras de agricultura y la organización alrededor de la ideología basada en el carácter central del paraje. El llamado "Templo Rojo-Blanco" representa un primer modelo arquitectónico monumental, en cuya cima se erigió el recinto principal. El recinto culminante constituyó el ambiente más importante y sagrado del templo. Toda su fachada estuvo pintada con anchas bandas oblicuas de color blanco sobre fondo rojo en forma de zigzag; en su interior se encontró un fogón donde debió mantenerse el fuego sagrado, un aspecto fundamental en los cultos más antiguos. De las cenizas se tomaron las muestras de carbón, que arrojaron una antigüedad de 4000 años antes del presente. En dos paneles laterales se plasmaron los magníficos murales polícromos - "Los venados cautivos" - que han sorprendido por su original iconografía, excepcional para las tradiciones culturales tempranas del antiguo Perú. Una tercera fase, que denominamos "Templo Verde", cubrió totalmente el interior del recinto rojo-blanco y construyó un sistema de altos contrafuertes lo que brindó un impresionante aspecto de solidez y equilibrio arquitectónico; sobre el atrio se edificó el nuevo recinto central, ligeramente más amplio al norte y doble en el espesor de sus paredes, que al exterior estaban pintadas de color verde semejante a la tonalidad del óxido de cobre.

 

 

 

 

 

 

 

 

TAMBO INCA 

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EL ARENAL 

LA FORTALEZA

CIUDADELA DEL CAFETAL

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